Los diapasones emiten sonidos puros, que son representados como ondas puras sinusoidales, es decir, sin armónicos.
En principio es necesario establecer cómo se pueden utilizar los diapasones en el cuerpo físico. Se puede situar el vástago del diapasón activado en los huesos y articulaciones para restablecer el movimiento y la flexibilidad, y ayudar al desarrollo de tejido conectivo.
Con esto se consigue estimular el flujo de la linfa y la sangre en el área de aplicación acelerando así el proceso curativo, fomentando una relajación profunda, la eliminación del estrés y de las toxinas de las uniones.
Para aquellos que tienen un conocimiento del trabajo de los meridianos, los diapasones pueden servir de herramientas para practicar una acupuntura vibratoria. De este modo se puede enviar una señal vibratoria más fuerte, rápidamente y tal vez menos invasiva que con una aguja.
Colocar el diapasón activado cerca de los oídos (no a menos de 5cm) ayuda también a equilibrar y regular el metabolismo de todos los órganos que tienen un enlace directo con el nervio auditivo.
Esto tiene también un potente efecto regulador en todo el sistema nervioso, creando una profunda relajación o estimulación, dependiendo de qué diapasones se utilicen.
Los diapasones, suelen utilizarse también para equilibrar la energía vital de los chakras.
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